Las tortitas de calabacín resultan deliciosas como acompañamiento, como pica-pica o como primer plato y se ofrecen como una oportunidad para que nuestros pequeños coman verdura sin remilgos. Se pueden preparar con antelación y servir a temperatura ambiente. En lugar de tortitas se pueden realizar buñuelos, aunque el gusto final no será idéntico. Si no podéis encontrar Halloumi, recomiendo el uso de queso feta. Para dar una buena consistencia a las tortitas es necesario que el calabacín haya perdido el máximo de agua.