En Almería el ajillo se utiliza también para otro tipo de carnes como el choto o el cordero, además de en otras muchas recetas. El ajillo almeriense no tiene nada que ver con el ajillo que se conoce en otras regiones de España. Es un plato consistente, de sabor potente y combina a la perfección con unas patatas a lo pobre, aunque el resultado final represente ingerir unas cuantas calorías de más.