Este postre es refrescante y ligero, con un equilibrio perfecto entre el dulzor del mango y la suavidad de la mousse de yogur. La cantidad de mango puede variar según tu preferencia; yo suelo usar 1 mango y medio para asegurar que haya suficiente para cubrir bien todos los recipientes.
Es importante no añadir más de 40 g de azúcar, ya que el mango aporta su propio dulzor natural, y si añades demasiado, el postre puede quedar empalagoso. En caso de duda, es mejor quedarse corto con el azúcar. Yo siempre añado por debajo de 40 g y queda un dulzor muy correcto. El mango es una fruta con alto contenido en azúcar, rica en vitamina C y A y antioxidantes. Sus mejores meses de consumo en España son de finales de agosto a noviembre, aunque hoy en día podemos encontrar esta fruta durante todo el año.